Cómo reducir la deuda técnica para impulsar el crecimiento empresarial

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Cómo reducir la deuda técnica para impulsar el crecimiento empresarial
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La deuda técnica, aunque ampliamente debatida, rara vez se aborda de manera efectiva. Según un estudio de McKinsey, representa cerca del 40% de los balances de TI, y un 30% de los CIOs consideran que más del 20% del presupuesto destinado a nuevos productos se desvía para solucionar problemas relacionados con ella. Este desvío de recursos no solo incrementa costes, sino que también ralentiza la innovación.

Pero ¿qué es exactamente la deuda técnica? ¿Cómo puede cuantificarse en relación con los KPIs del negocio? ¿Y cómo pueden los CTOs diseñar una estrategia sostenible para abordarla dentro de una iniciativa de modernización más amplia?

¿Qué es la deuda técnica?

Mash Badar, Cofundador y Director de Codurance, la define así:

Cualquier elemento que genere ineficiencia operativa o represente un riesgo significativo para el negocio, cuya causa raíz esté relacionada con el software o su proceso de entrega
Mash Badar, Cofundador y Director de Codurance

Entender esta definición es el primer paso. El siguiente es diseñar un plan estratégico que identifique las áreas clave a mejorar, y que contemple acciones a corto, medio y largo plazo. En Codurance, hemos recopilado aprendizajes de cientos de proyectos donde ayudamos a las organizaciones a identificar y reducir su deuda técnica. Usa estas ideas como base para construir tu propio caso de negocio.

1. La deuda técnica: desafío y oportunidad

La deuda técnica suele acumularse cuando se prioriza la entrega rápida sobre la estabilidad a largo plazo. Sin embargo, no todas las deudas son iguales. Al igual que la deuda financiera, algunas pueden gestionarse progresivamente, mientras que otras representan riesgos inmediatos para la confiabilidad del sistema, los ingresos o la reputación.

Claves para empezar:

  • Clasifica y prioriza la deuda técnica, enfocándote primero en las áreas más críticas.
  • Vincula errores en producción con interrupciones y pérdida de ingresos para justificar intervenciones urgentes.

2. Comunica el valor empresarial de reducir la deuda técnica

Uno de los mayores retos es obtener el respaldo de la organización, especialmente de los líderes no técnicos. Los CTOs deben presentar la deuda técnica en términos empresariales: costes, riesgos y capacidad para soportar futuros cambios, todo respaldado por métricas claras que demuestren el ROI.

Consejos prácticos:

  • Evita la jerga técnica. Explica el “por qué” en términos que entiendan los tomadores de decisiones.
  • Utiliza métricas concretas como la frecuencia de errores en producción o retrasos en entregas para evidenciar el impacto. Las métricas DORA pueden ser útiles aquí.

3. Alinea la gestión de la deuda técnica a la etapa de crecimiento

La estrategia para manejar la deuda técnica varía según la etapa de crecimiento y la industria. Por ejemplo, sectores como el sanitario o financiero priorizan la deuda técnica debido a requisitos regulatorios (revisa nuestro case study de eClinicalWorks). En startups, la prioridad es la entrega rápida de funcionalidades, mientras que las organizaciones maduras buscan reducir ineficiencias operativas.

Adaptación clave:

  • Ajusta el enfoque según las metas del negocio: desde la modernización de código hasta la optimización de procesos.

4. Ejecución: habilidades, mentalidad y medición

Abordar la deuda técnica no es solo cuestión de tiempo, sino de contar con las personas adecuadas y con las habilidades necesarias. Es fundamental evitar enfoques simplistas que carezcan de objetivos claros.

Buenas prácticas:

  • Define el problema y detecta brechas de habilidades.
  • Mide el progreso antes, durante y después de las intervenciones.
  • Establece KPIs claros y un buen gobierno del proyecto.

Por ejemplo, si la entrega de funcionalidades es lenta, optimiza los procesos de despliegue y mide el éxito en función del incremento de nuevas funciones en producción.

5. Fomenta una cultura para prevenir la deuda futura

La deuda técnica es tanto cultural como técnica. Promover una mentalidad de calidad y pensamiento a largo plazo ayuda a evitar su acumulación. Sin embargo, quienes crearon la deuda pueden no ser siempre los más indicados para solucionarla debido a hábitos arraigados o actitudes defensivas.

Recomendación:

  • Fomenta la colaboración, la transparencia y el aprendizaje entre equipos (comunidades de prácticas) para crear una cultura proactiva en la gestión de la deuda técnica.

Conclusión

El mayor desafío es convencer a los altos ejecutivos sobre la importancia de esta iniciativa. Los líderes tecnológicos deben equilibrar la estabilidad a largo plazo con los objetivos inmediatos del negocio.

La gestión de la deuda técnica debe ser sostenible y tener sentido empresarial. Sin un plan bien definido y resultados medibles, es casi imposible obtener respaldo.
Mash Badar, Cofundador y Director de Codurance

Abordar la deuda técnica no solo implica mantener los sistemas; se trata de habilitar el crecimiento, la innovación y la resiliencia en un entorno empresarial en constante evolución.

¿Tu organización pelea con la deuda técnica? Conoce nuestras historias de éxito y profundiza en cómo Codurance puede ayudarte a crear estrategias personalizadas para gestionarla y obtener resultados medibles.

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