Hoy en día, la motivación en equipo desempeña un papel fundamental en el logro de objetivos compartidos y valores dentro de una organización. En un reciente meetup, Liliana Luna, Luis Khars y Yassin Oukhiar, Agile Delivery Managers en Codurance, exploraron la importancia e impacto de la motivación en equipo y ofrecieron diversas estrategias para mantenerla viva. Aprende técnicas efectivas para fomentar la motivación y el compromiso en tus equipos de trabajo, aprovechando las motivaciones intrínsecas y extrínsecas para empoderar a tus compañeros.
A lo largo de la historia, el concepto de motivación ha experimentado cambios significativos. En sus inicios, la motivación se centraba únicamente en la consecución de objetivos, sin prestar atención a la emoción detrás del proceso. Con el paso del tiempo, surgieron teorías como la pirámide de Maslow (1943), que describe las necesidades fundamentales de los seres humanos y argumenta que a medida que estas necesidades se satisfacen, surgen aspiraciones más avanzadas. La teoría de los dos factores de Herzberg (1959) identifica elementos clave que motivan a los empleados; como la oportunidad de aprender, construir y cuidar su espacio de trabajo. Además, la teoría de los tres factores de McClelland (1961) sostiene que la satisfacción de las necesidades de logro, poder y afiliación influyen en el rendimiento laboral y el ambiente de la empresa.
En resumen, la motivación estará presente en el entorno laboral siempre que exista un ambiente colaborativo, un sentido de pertenencia y un intercambio de experiencias y aprendizajes compartidos. Es fundamental evitar la constante comparación y desmotivación basada en la teoría de la equidad.
"A veces, evitar la desmotivación es tan importante como crear motivación".
- Yassin Oukhiar, Agile Delivery Manager en Codurance
Un equipo de trabajo motivado tiende a ser más productivo, ya que cada miembro se siente responsable y dueño de su trabajo, lo cual mejora la calidad y fomenta un clima de innovación.
La teoría de la autodeterminación establece que la motivación intrínseca surge de lo que nos apasiona y de nuestros propios valores y metas personales. Para desarrollarla, es importante conocernos a nosotros mismos, nuestros gustos y valores estableciendo metas personales que tengan significado y propósito. En contraste, la motivación extrínseca se basa en factores externos y no depende únicamente de la persona, sino de su entorno y circunstancias.
Tener un propósito en la vida es crucial, ya que proporciona dirección y significado a nuestras acciones. Descubrir un propósito que nos apasione, y esté alineado con nuestros valores y metas más profundas, genera un impulso motivador para superar obstáculos y perseverar en la búsqueda de objetivos personales. Un propósito claro brinda un sentido de identidad y pertenencia, aumenta la autoestima y ayuda a priorizar acciones. Además, permite contribuir de manera significativa a algo más grande que nosotros mismos.
La autonomía es la capacidad de sentir que el trabajo es propio y experimentar cierta independencia. Ser responsable de la idea, planificación y ejecución de un proyecto genera poder y motivación.
Por último, fomentar una cultura de equipo abierta a la experimentación y team building, donde se comprenda cómo funciona el equipo y se genere un ambiente saludable con feedback para identificar áreas de mejora, es esencial para mantener la motivación en el mismo.
La motivación en equipo es crucial para el éxito de una organización. A través de estrategias que fomenten un sentido de propósito, autonomía y una cultura de colaboración, es posible mantener la motivación de los equipos de trabajo. Al entender la evolución del concepto de motivación y reconocer los beneficios tanto de la motivación intrínseca como de la extrínseca, se puede crear un entorno laboral productivo y estimulante. Recordemos que la motivación no solo impulsa la productividad, sino que también contribuye al bienestar y la realización personal.
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